Francisco Lachowski.




-Joaquín Sabina-
Debes dejar de pensar tanto, dejar de preocuparte, aprovechar el momento ahora, que si dejas pasar oportunidades te arrepentirás profundamente el resto de tu vida, verás como tu vida pasa sin hacer nada, sin agarrarte a ella, sin sentirla. Déjate llevar por la vida. Levántate emocionado sin saber las sorpresas que te deparará la vida esta vez.
Actúa según lo que tú desees, sin pensar en lo que los demás puedan llegar a decir, porque, verdaderamente, ¿acaso importa lo que piensen? Hazlo, por el simple hecho de que lo deseas, por el simple hecho de que quieres ser feliz. Por quitarte un peso de encima y sentirte un poco más libre.
Llena tu vida de pequeños momentos de locura.
La duda te está matando… ¿verdad? Pero, surgen los siguientes pensamientos:
-Si no lo digo me arrepentiré toda mi vida.
-Si lo digo quizás empeore todo, quizás lo pierda.
-Si lo digo, no habrá vuelta atrás.
-Si lo digo… no sé lo que pasará después si lo digo.
Miedo a arriesgarse.
Pero, imagina, imagina por ejemplo ese chico con el que todas las noches sueñas, no te fíes de sus actos, no te fíes de sus palabras, fíate de su mirada.
No pretendas que sea adivino, nadie lo es, dile como te sientes, deja a tu corazón derrochar amor en cada palabra, déjale encender una chispa en esa hoguera llamada esperanza.Déjale, por un segundo, sentirse suyo.
Puede que, si la cosa va mal, pierdas algo, pero, lo que ganas es mucho más grande que el precio a pagar.
Preocúpate por los demás, si esperas que la gente se preocupe por ti no ganarás amigos nunca. Pues la gente solo piensa en sí misma día y noche. Es más, cuando no estamos ocupados pensando en algún problema específico, solemos pasarnos el 95% de nuestro tiempo pensando en nosotros mismos.
Haz eso, y te garantizo que ganarás más amigos en dos meses, de los que podrías haber ganado en dos años.
Y, sobre todo, baila. Baila como si no hubiera un mañana, como si el sol no fuera a salir nunca. como si nadie estuviera mirando; pero baila, pues el movimiento de nuestro cuerpo tan solo expresa como somos. Deja que los demás sepan de lo que eres capaz, de lo que estás echo.Métete en otro mundo con la música, vuela, sonríe… que el mejor momento para ser feliz es cada vez que tu corazón late.
Así fue como yo, de porcelana encerrada en una cárcel, logré salir. Y cada día que pase me alejaré más de ese horrible lugar, ese horrible lugar llamado timidez.
Que ya sé cual es el camino, aunque mis ojos no sepan guiarme por la vida. El corazón se ha calzado sus botas, esquiva las piedras, y si cae al suelo, se levanta rápido y continá regalando sonrisas.Cuando te levantes, en cuanto el día comience, ponte frente al espejo y sonríe, sonríe de verdad. Os aseguro que no hay nada como un amanecer entre sonrisas. Veamos que cartas nos reparte hoy la vida. Y piensa, hoy estoy preciosa. Hoy puede ser un gran día, hoy puede ser el mayor día de nuestras vidas, hoy podemos crear recuerdos que perduren en nuestra memoria para siempre.
Porque yo no quiero hacer otra cosa en la vida que compartir alegrías, y recuerda:
Nadie necesita tanto una sonrisa, como aquel al que no le queda ninguna por dar.
Más tarde o más temprano estaremos contemplando este mismo cielo estrellado. Quizás seamos un poco más sabios, cada arruga será un recuerdo atesorado, y entonces no tendré pudor de afirmar, después de toda una vida que 1+1 no siempre son dos. Tú y yo siempre seremos uno. Lo blanco a veces es negro. Lo más fácil no siempre es lo más bonito. Lo más bonito no es siempre lo más acertado. Que si hablar se puede con la mirada, también se puede besar con las palabras.
Cuando estemos tumbados en este campo, más tarde o más temprano, volveré al pasado. Veré tu mirada más joven… y el camino arduo hecho hasta donde nos encontramos. No tendré miedo de decir nada raro. Sabré la respuesta a todo aquello que me quitaba el sueño antaño, y veré que era más sencillo de lo que aparentaba. Comprenderé que el sol mata, pero que un rayo de sol por la ventana es un regalo cada mañana. Bailaré bajo la lluvia porque merece la pena a pesar del frío. Nos reiremos de todo aquello que nos parecía ridículo, nos reiremos de nuestros errores. Comprenderemos que nuestros padres solo querían lo mejor, por eso nos ordenaban. Algún día escucharás lo que otra gente tenga que decir, comprenderás que sí queda gente en la que se pueda confiar, pero que hay cosas que uno tiene que aprender por su cuenta. No importa si nada tiene sentido. Todo irá bien al final… y si no, no es el final. Seguirás luchando por ser el primero en cada batalla que libre el corazón, levantarás la mano cuando no entiendas algo, y la vida te contestará. Derribarás esa cerca privada que habías construido a tu alrededor y dejarás que todo te empape, que todo te llene. Y si ves que es tu oportunidad, no lo pensarás dos veces. Sonríe. Qué bien te sienta sonreir. No te centres en ti mismo, no eres el foco del mundo. Anda, comparte ese amor que tienes dentro, que te está matando.
Algún día podré decir todo esto, podré decir todo esto mezclado con todo lo que haya vivido. Habré aprendido por el camino más duro, pero es mayor el dolor de no haberlo intentado al de la certeza de haber dado todo por conseguirlo. Las cosas no son lo que aparentan, moléstate antes en descubrir de qué están hechas. ¿Del mismo material que los sueños? ¿Del mismo material que un lucero? La vida es un fluir de incorrecciones, no cometas el error de quedarte atrapado en un intento.
Todo esto suena bien, y que bien sienta decirlo. Que si la vida te da la espalda, tu sigue tu camino.