domingo, 4 de noviembre de 2012

We could make it better, just you and me.

Hoy, 19 de enero de un año cualquiera, he vuelto a nuestra playa favorita, al lugar exacto donde nos pasábamos horas esperando a que anocheciera, en el punto exacto desde el cual puede atisbarse toda la ciudad. Aún llevo tu colgante rodeando mi cuello, tus recuerdos a modo de abrigo, y el sonido de tu risa como única compañía. Qué corto se me hacía este camino cuando era a tu lado, y qué solitario se ve ahora sin ti; sin tu mano entrelazando la mía se hace mas difícil caminar. El aire frío pesa en los pulmones, pero no tanto como los sueños y las esperanzas pesan en el corazón, que latiendo rápido intenta librarse, una vez mas, sin conseguirlo, de ti.

Han pasado muchos meses desde la última vez que vine a esta ciudad, desde la última vez que te vi. Este sitio esta impregnado de recuerdos, de risas, de largas charlas en cualquier esquina de cualquier calle; pero sobre todo, este sitio me trae tu perfume, cuando me abrazabas y me decías que nunca nos separaríamos, cuando me prometías un futuro, un futuro que ahora es algo extraño sin ti.
Recorro cada rincón de esta ciudad y no puedo evitar oir cada uno de los ecos de nuestros besos, nuestras pisadas algo rápidas, buscando un lugar donde aprovechar los cinco últimos minutos de la noche, donde nuestras miradas pudieran explorar sin temor, donde pudiéramos compartir nuestros sentimientos más sinceros.
Ha pasado tanto tiempo desde entonces, y aún ahora me llega a la boca un sabor amargo; me pregunto si tú también habrás vuelto a nuestro lugar favorito de la ciudad, a nuestro segundo hogar, me pregunto si aún me recuerdas, si recuerdas mi nombre, el color de mi mirada, esa sonrisa que sólo te dedicaba a ti, el lunar que sólo tú conocías. Pienso en las últimas palabras que me dedicaste, el último poema, el último “te quiero”, y pienso si todo aquello sería una broma del destino; “nuestros caminos se volverán a encontrar” me repetía a mi misma mientras el me insistía en que nos volveríamos a ver.
Han pasado muchos meses desde que me arrancaron de tus brazos, y los surcos que las lágrimas habían formado en mi cara se disipan, desaparecen; al igual que desaparecía el frío cuando en un apuro de encontrar nuestros cuerpos nos escondíamos entre las sábanas de tu cama.
Sí, me gusta volver a esta ciudad y recordar todo aquello, todo lo que un día pensé que formaría parte de mi futuro.

Y así fue como un 19 de enero de un año cualquiera, mientras me acercaba a nuestro lugar favorito de esa playa vi que alguien se me había adelantado; la luna se reflejaba en su pelo rizado, y ese jersey tan gracioso aún conservaba un poco de mi perfume. Entonces fue cuando te giraste, no hubo necesidad de cruzar ni una sola palabra, yo sabía que no me volvería a pesar el frío, tus manos me ayudarían a cruzar este camino largo y solitario.

domingo, 15 de abril de 2012

Eight letters, three words, one meaning.

Los domingos son para reflexionar, para escuchar esa canción que tanto te gusta una y otra vez. Para prometerte a ti mismo que a partir de este día, todo será diferente. Acaba una semana, empieza otra.
Todo el mundo cae de vez en cuando, pero el amor siempre estará presente. En cada esquina hay razones para seguir creyendo. Es mirar en el fondo de tus ojos y ahí está, aún sigue brillando. En cuanto cae el sol, te empiezo a echar de menos, y la cama es un mal lugar para estar cuando tú no estás allí. Se cierran los ojos y la imaginación vuela hacia lugares que quizá nunca fuimos capaces de imaginar. Es hora de tomar la situación, de guiar, en vez de ser guiado, ¿no os parece? Imaginaos ser esa persona que siempre quisisteis ser, no me habléis de imposibilidades, de la imposibilidad de cambio, yo no creo en ello. Estoy dispuesta a alcanzar todo esto. Ya no valen las excusas, trato de impresionarte, es cierto. A veces me siento tan enamorada, tan llena de ilusiones, de pensamientos inconexos, y te veo tan lejos y entonces pienso: es esto. Lo que busco, lo que te hace caer, lo que al segundo siguiente te eleva, te ilumina... y vuelve a caer. Sé mi sol. Dedícame canciones, sácame a bailar, dime todas esas palabras que te rondan la mente, miénteme si quieres. Estoy desecha a veces, caigo, y siento que tú caes conmigo. Caemos, lo nuestro desaparece... Pero no tiene porque ser así. Cada día es una buena excusa para empezar de cero, para hacer todo lo que debías haber hecho desde hace tanto tiempo...un buen día para quererte un poco más. Te quiero decir, siempre te quise decir... que las cosas más importantes a menudo son las que no decimos. Que si dudo, no es porque no dude, es porque sé. Si te pregunto una y otra vez lo mismo, no es porque no sepa la respuesta, es porque quiero que me digas la mentira que se esconde detrás. ¿Acaso no la hay? Cuantás películas serán capaces de caber en esta frágil mente. Espero que esta noche vengas conmigo, es una larga noche, vámonos a Los Ángeles, y triunfemos. ¿Por qué no? Tú no eres nadie, yo tampoco; pero en cuanto me crucé con tu mirada, todo cobró un poco de sentido. ¿He nacido en la época equivocada? Necesito un caballero. El destino nos separa, los caminos se distancian, aún queda tiempo, pero cada día es el último día y... ¿cuántos quedan? Cuídame. Te echo de menos aún cuando estás, llámame, quiéreme. No te vayas. Llévame a un café. Me quedo sin fuerzas cuando me encuentro a mi misma rompiéndome poco a poco. Eres como un extraño a veces, y no quiero más tu amor. Pero lo recupero del cubo de la basura porque eres lo que me repara. Aquí es donde se supone que debería estar, ¿cierto? Tengo ganas de cada mañana, darte lo mejor de mí, por si te vas, por si me dejas así. A veces me siento pequeña, indefensa, cuando no llamas. Si pudiera, te lo diría. Tengo un dilema, y tú solucionas todas mis dudas. Sé mi extraño, te necesito cuando me necesitas. Estás a miles de kilómetros y me dices que quisieras estar aquí, entonces te siento junto a mí. Ha sido divertido conocerte, es divertido ir descubriéndote día a día, y que el sol nos descubriera en tu coche aquella mañana. No tenía casi nada que ofrecerte... ahora se podría decir que me he cambiado hasta de nombre. Nuevas ideas, ilusiones, sueños, planes. Sólo te pido que me quieras. Espero que te quedes, tengo la llave, tengo la clave. Espero que los tiempos dorados estén por llegar, y que haya respuesta para todos, y para todo. Que todo cambie, que el mundo gire, que nada resulte lo que parecía ser, y todos nos descubramos a nosotros mismos, que el mundo resulte lejano del de ahora, que se arreglen todos los corazones y todos los hogares. Nadie vivirá más cerca del suelo que del cielo. Iluminemos las noches, son mágicas. La luna esconde un secreto. Que todo cambie, que las mentiras se sustituyan por amor y las personas nunca nos fallen. Que todo cambie, pero que tú, sigas estando aquí. Espero que para cuando todo se haya arreglado, ya esté reparada, esté completa. Que tus sueños se cumplan, que los míos también. De alguna manera, sabré donde estás; de algún modo, estarás aquí, aunque te hayas ido. Y con tu recuerdo, permaneceré, y todo seguirá su ritmo. A veces me sentiré sola, la soledad vendrá a mí; saldrán los recuerdos a flote, pero estaré bien. Después de todas estas noches sin dormir, me sienta bien saber que estás aquí. Siempre has querido un poco más, yo siempre te pido un poco menos. Me quedo atascada en algún punto entre tú y yo. No sé dónde está lo correcto. ¿Acaso importa? Los años taparán las heridas. Dime cómo haces tú para recobrar fuerzas, para querer seguir, para no derrumbarte. No hay mejor imagen, que un amanecer... todo parece detenerse, y allí, junto con la luna, todas las penas se quedan.
Si, el domingo es un buen día para pensar.

viernes, 9 de marzo de 2012

Make a mistake. Learn. Repeat.

Yo creo que el mundo entero se equivoca. "Levántate feliz cada día de ser quien eres", "No cambies por nada ni por nadie", "No cambies nunca"... No creo que ese sea el camino correcto. Todo el mundo quiere aspirar a algo mejor, todo el mundo busca ser alguien, cambiar sus errores, esas pequeñas cosas que no te gustan de ti mismo. El cambio implica avance, evolución hacia algo mejor; aspirar a algo que siempre has querido ser y que, cada vez que te parece que lo rozas con la punta de los dedos, se aleja un poco más.
¿Por qué quedarse estancado en una forma de vida cuando todo puede ir mejor?

Puede que determinado día te levantes y pienses: Tengo todo lo que siempre quise. Pero no siempre va a ser así, habrá días que te levantes y todo tu mundo se te rompa y luego no sepas cómo volver a unir todas las piezas. Es imposible mantenerse constante a lo largo del tiempo, ser la misma persona mientras todo a tu alrededor cambia. Hay que adaptarse a los acontecimientos que te van sucediendo. Incluso alguno de ellos te cambiará radicalmente.
En la definición de ser humano, en algún renglón de esas miles de páginas que podemos escribir para definirlo, aparece la palabra "imperfecto". Por lo tanto sería estúpido querer permanecer dentro de esa imperfección toda la vida. Todos aspiramos a ser perfectos, ¿o no? Esto no tiene porque estar precisamente reñido con "no aceptarse a uno mismo". Puedes aceptarte tal como eres, pero siendo consciente de que existe una mejora; y queriendo alcanzarla.

No estoy de acuerdo con el "No cambies por nada ni por nadie". Es mucho más fácil amoldarte a la personalidad de alguien, que intentar molerlo a palos para que esa persona se adapte a ti. Saber lo que tienes que hacer, cómo tienes que decir determinadas cosas para no ocasionar una Tercera Guerra Mundial (que con toda probabilidad estaría causada por el motivo más insignificante) a veces se convierte en todo un arte; aunque no hace falta un gran talento para adivinar cómo agradar a determinada persona. Todas las personas se suelen regir por el mismo patrón y responderán de manera amable cuando eres caluroso en tu aprobación y generoso en tus elogios. No se trata de ser falso, ni de tener múltiples personalidades; sino que dentro de tu propia personalidad, con cada determinada persona, debes explotar deternimado sector dentro de tus posibilidades. Estoy convencida además, de que si una persona te importa lo suficiente, si te dice que cierto gesto, expresión que tienes le molesta, lo intentarás cambiar.

Todo es mutable, en mi opinión toda personalidad lo es; no siempre es posible un cambio radical, claro está, ni de un día para otro. Pero si un cambio progresivo, que acabe haciéndose notar la diferencia entre el pasado y el presente. Si de verdad quieres ser de una manera, puedes acabar siendo de esa manera, sólo es cuestión de práctica, esfuerzo, empeño y de saber cómo guiar tus actos. Se pueden tardar meses, incluso años, pero la paciencia es lo más esencial.
"Hace 12 años llegaron a preguntar si era muda, ahora mismo, si empiezo a hablar, difícilmente podrás hacer que me calle".

viernes, 27 de enero de 2012

You can stand under my umbrella.

La noche se congela y olvida nuestros besos, nuestras miradas, seguimos hacia delante como podemos, sabiendo que siempre habrá alguien a nuestro lado que nos hagan la caída menos dura, pero que no podrán pararla, y desde abajo, todo se ve distinto. Es difícil y complicado. Cuando consigues lo que quieres, pero en vez de sentirte lleno de satisfacción, no puedes parar de pensar que en cualquier momento, puede irse. ¿Y por qué no puede uno disfrutar del momento? Tengo miedo a volver a caer en los mismos errores, a dar todo lo que antes no fui capaz de dar, a ser todo lo que un día tu quisiste que fuera, pero quizás ahora eso ya no sea suficiente, quizás ahora sea yo la que no encaje en esta historia. Pero si te vas, o si decido que ya no puedo continuar, al menos sabré que comprimí toda nuestra historia en unos pocos atardeceres, mas calmados, ya sin prisas, sabiendo que el destino nos pisa los talones, que es inútil tratar de huir. Me acabaran arrancando de tu lado, y puede que ese futuro sea cercano, por ello quiero llevarte a los rincones más bonitos de esta ciudad, quiero que exploremos juntos terrenos que no conocemos, decirte todo lo que uno vez no me atreví a confesar, y que el tiempo me arrancó de mis labios, al igual que tu compañía, quiero cenar en restaurantes, ver amaneceres, que me digas que nunca me habías necesitado tanto, que la playa sea nuestro segundo hogar, después de la cama. No quiero que volvamos a ser lo que éramos antes, no quiero pensar que en realidad nunca seremos más de lo que fuimos, cuando te fuiste prometí que si volvías haría que el invierno pareciera primavera. Sé que antes de que me dé tiempo a suspirar, a echarte de menos, te habrás ido, y no quiero perder el tiempo pensando en que te echo de menos, cuando aún no te has ido. Ahora que puedo, cada vez que te necesite, iré a buscarte; cada vez que sienta que el mundo se me derrumba, te llamaré. No sé lo que sientes por mí, tampoco sé lo que hay entre nosotros, pero creo que es hora de dejar caer un muro, de aprovechar los últimos minutos que nos quedan.