viernes, 30 de diciembre de 2011

Y si me quieres olvidar, me marcho yo.

Necesito algo que me llene, algo que me haga ver que cada día cuenta, que es como una gran aventura. Que me haga ver que no importa cuántas veces la vida se me derrumbe a los pies, porque seré capaz de volver a construirlo todo de nuevo.
Me gustaba tanto perderme en tu mirada, intentar descubrir algo más allá, ver el juego de colores cuando el sol hacía que parecieran verdes. Te necesitaba tanto... y aún lo sigo haciendo.
Te echo de menos. No en la manera en la que tú te esperas. No de un modo físico. Sólo añoro la sensación que provocabas en mí. Aún ahora cuando todo ya ha acabado consigues hacerme sentir algo. Consigues que todo tenga sentido. No ese algo que tú crees. Simplemente algo. Te has convertido en mi parte favorita del día. Sencillamente te echo de menos... y necesitaba decírtelo.
Espero que algún día pienses en mí, que pienses en nosotros, en todo lo que éramos, en todo lo que pudimos llegar a ser, que te acuerdes de mí y te preguntes dónde estaré ahora.

El mundo es tan frágil y se derrumba tan fácilmente... que pensar que sólo sea el amor lo que me pueda mantener con condura... y qué pena que justo eso sea lo que me falte. Que paradoja, amor y cordura en una misma frase. Una vez más volvemos a equivocarnos. ¿O es que nunca hemos salido de nuestro error? ¿Estamos haciendo lo correcto? ¿Acaso alguna vez lo hicimos?
Han cambiado muchas cosas desde la última vez que pensé en ti, han cambiado muchos recuerdos, han aflorado muchos errores que creía olvidados… Te sigo necesitando. Ya no busco otras miradas que me llenen, buscar es en vano. Cuanto menos te preocupes, menos tendrás que perder. Siempre quedará un recuerdo de ti en mi, siempre que te vea en mi mente te oiré decir las últimas palabras que me dedicaste… solo a mi.

lunes, 26 de diciembre de 2011

I promised the world to you.

Ahora ya sé cuando algo está acabado, sé cuando parar, sé cuándo no hay que seguir tirando de la cuerda… porque ya no hay nada más que sacar. Sólo los que se aferran a la idea de que haya algo más allá de lo encontrado, sufren. No le pidas a una persona más de lo que tiene para ofrecerte. No puede ser: el amor se apaga, el amigo se aleja, la suerte se pierde a la vuelta de la esquina… No la persigas, déjala ir. Si tiene que volver, volverá por otro camino. Es sencillo, lo único que tienes que hacer es seguir caminando hacia delante, puedes pararte a echar un vistazo al pasado para recordar alguna enseñanza olvidada, pero no te lo quedes mirando. La gente irá y vendrá, mira que no hay personas en el mundo… Hay gente que tan solo entra en tu vida de repente para darte una lección y acto seguido sale de ella, desaparece casi sin dejar rastro… tómate esa lección muy enserio. Imagínate que mañana fuera tu último día, imagínate que mañana ya fuera demasiado tarde… ¿Perdonarías a tus enemigos? ¿Dirías lo que nunca te atreviste a mencionar? ¿Por qué no puede ser ahora el momento adecuado? Y da igual cuán perfecto sea él, no pares a mirar en sus virtudes, sus defectos, los sentimientos que encendía en tu interior… si no te quiere, si el sentimiento se apaga, si todo se acaba de repente un día tan sólo debes pensar que si eso ha pasado, es que no es para ti. Déjalo ir… es mejor… dejarlo ir. ¿Pero y si dejando ir algo que quieres pierdes la oportunidad de volver a traerlo a tu lado? ¿Qué pasa si no se trata de ser fuerte y formar tu propio camino sino de perseguir el camino que llevas soñando tanto tiempo? Improvisemos los pocos minutos que nos quedan en este lugar ¿No es maravillosa esa sensación de saber que puedes cambiar toda la historia con tan sólo un gesto, una palabra… una mirada? Sin embargo yo ahora prefiero perderme entre las copas y las risas de un bar… para olvidarte. Dejemos el resto de la historia en manos del azar.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Principios básicos.

"Principios básicos: Ninguna mujer se despierta por la mañana diciendo “Ojalá hoy no tenga un flechazo”. Bueno, quizá diga “Mmm este no es el mejor momento” o algo así como “necesito un poco de espacio” o, mi frase favorita “ahora estoy muy dedicada a mi carrera”. ¿Tú te lo crees? Ella tampoco. ¿Sabes por qué? Porque te está mintiendo. Por eso. Mintiendo. ¿Está claro? No es que sea un mal momento para ella, no es que necesite espacio, quizá esté dedicada a su carrera, pero lo que realmente dice es “vete de aquí ahora mismo imbécil” o tal vez “esfuérzate más idiota”. Pero, ¿cuál de las dos cosas? El 60% de la comunicación humana no es verbal: el lenguaje corporal. El 30% está en el tono de voz. Eso significa que el 90% de lo que dices no sale de tu boca. Claro que te va a mentir, es una buena persona, no quiere hacerte daño qué te va a decir si ni te conoce, aún. Por suerte resulta que como el resto de los mortales ninguna mujer hermosa sabe lo que quiere hasta que no lo ve. Y ahí es donde entro yo, mi trabajo consiste en abrirle los ojos.
Principios básicos: No importa cuándo, ni cómo, ni quién seas, cualquier hombre es capaz de dar un flechazo a cualquiera mujer si es un buen arquero. No puedes usar lo que no tienes, así que si eres tímido, sé tímido, si eres extrovertido, sé extrovertido. Y por si no fuiste al instituto: que te peguen es buena señal.

¿Y cómo llega el amor verdadero? Nadie lo sabe, pero puedo deciros que sucede de repente, sin más ni más. Vas por ahí, disfrutando de la vida, y de pronto no sabes cómo has podido vivir sin ella. Sólo me hacen falta tres citas, tres citas y te llevaré a esto: A la etapa final de los super-records en la que ocho de cada diez mujeres creen que el primer beso les dirá todo lo que necesitan saber sobre la relación. Después de eso, ya es cosa tuya. Pero recuerda siempre esto: La vida, no se mide por las veces que respiras, sino por los momentos que te dejan sin aliento.

¿Y sabes cuál es tu problema? Eliges según la jugada inmediata, tiras pensando sólo en lo primero que ves, y no siempre en lo que más te conviene a la larga.

Hay gente que piensa que las relaciones sólo son para los que viven esperando que les suceda algo mejor, pero la vida es algo más que observar cómo los demás la viven".
Hitch: Especialista en ligues

sábado, 10 de diciembre de 2011

180º

Me frusta no contentarme con lo que tengo, estas ansias de más y más, de no conformarme. No poder disfrutar con lo que uno tiene simplemente porque está pensando en lo que tienen los demás. Tenemos suerte de tener lo que tenemos, y si los demás consiguen lo que a nosotros nos falta pues... qué suerte. Sigo pensando que cada cosa tiene su momento, lo que no pasa hoy, pasará mañana. Y si te empeñas en ir un paso por delante de lo que te toca, fallas. Seguro que todas las personas se obsesionan con intentar conseguir aquello que quieren en cuanto se dan cuenta de que lo necesitan, pero la cosa no funciona así. Es mucho más bonito, mucho mejor ver que después de esforzarte consigues lo que querías. Es mucho mejor disfrutar, o intentar mejorar lo que uno tiene, y dejar de preguntarse qué pasaría si las cosas fueran de otra manera, si tuviéramos lo que tiene el otro. Las cosas, las situaciones, las personas van y vienen, y lo que en un principio puede parecernos perfecto al final de día puede llegar a convertirse en una especie de laberinto, en una pesadilla, y ya no lo queremos para nosotros. Y más tarde empecé a pensar en las relaciones, en esa estúpida manía de querer ser siempre el más querido por todos. En primer lugar, hay dos tipos de amigos (y siempre será así), los que te quieren más y los que te quieren. Eso no quiere decir que los segundos no te quieran con todo lo que tienen, ni que no se vayan a preocupar cuando lo necesites. En segundo lugar, si todas las personas que conoces te quieren es porque en realidad no te conocen de verdad, todo el mundo es odiado o despreciado por alguien, aunque eso no te convierte necesariamente en una mala persona (aunque hay gente que lleva la maldad en sus genes), es como dos polos opuestos. Hay muchas veces que desearías estar con gente diferente, en un lugar diferente, ¿verdad? y empiezan las quejas. Yo propongo dejar de quejarse e intentar hacer de la situación en la que estás algo lo más cómodo y agradable posible.Podría decirse que todo esto se resume en que si la gente dejara de quejarse y empleara más su energía en sentirse y estar bien con todo aquella persona que le rodean, nos ahorraríamos muchos problemas.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Oh dear, you look so lost.

Cuántas cosas han cambiado: los lugares, las personas, incluso los sentimientos. Antes todo estaba muy claro, todos éramos uno, no cabía pensar en la individualidad, en el futuro, en lo que se aproximaba. Pero ahora todo es distinto, a medida que avanza el tiempo todos crecemos, avanzamos, vamos creando nuestro propio camino y soltándonos de todo lo demás. A algunos les da miedo pensar que las cosas puedan cambiar, porque no sabes lo que te espera ahí afuera, no sabes si te irá bien o si por el contrario llegará un punto en que todo tu mundo se derrumbe y ya no sepas cómo seguir.

Yo hace tiempo que me he salido de mi camino, busco lugares nuevos, emociones distintas, gente diferente, y mientras rebusco en la basura lo poco que queda de tu cariño. No entiendo la vida. Siempre he pensado que todo estaba escrito, que la vida era como un libro de “Elige tu propia aventura”, pero que al final todo el mundo encontraría un camino bueno para seguir y ser feliz. Pero ahora ya no sé de qué va todo esto, si las casualidades existen o si esto todo es cuestión del azar y de un poco de suerte… de estar en el lugar correcto, en el tiempo correcto, con la gente correcta; si existen las medias naranjas o si por el contrario debería intentar ser mi propia naranja entera… así todo sería más fácil en cierto modo.

Es hora de empezar a definirse, de encontrar lo que de verdad te apasiona, de aprovechar ahora antes de que cada uno vaya definitivamente por su camino, de no tener miedo a lo nuevo y de arriesgarse a alcanzar otros horizontes, de pensar cada uno un poco más en sí mismo y no en lo que vayan a pensar los demás, hay cosas que hay que hacer aunque estén mal simplemente porque tienes que hacerlas, porque tienes que hacerlas por ti mismo, porque sabes que lo necesitas, y no necesitas justificarte ante nadie.

¿Acaso soy la única que se siente perdida? Me siento como si quisiera mantener demasiadas cosas cerca de mí, a demasiadas personas, y se me escapan de las manos, no puedo abarcarlas a todas. Sé que tarde o temprano tendré que dejar ir a alguien, que quizás sea mejor dejarlo ir, pero no soporto la idea de alejarme de quien fue para mí tan importante en el pasado. No soporto que las relaciones cambien (a no ser que sea un cambio a mejor).
De todas formas siempre he creído que si haces algo mal, si haces daño a alguien la vida te devolverá el golpe que ha recibido esa persona, te devolverá el error que has cometido; de una forma u otra, es inevitable. No se trata de hacer siempre buenas acciones ni tratar a todo el mundo como si fuera porcelana, porque a veces es necesario hacer daño… Opino que si tú te sientes bien contigo mismo, si te sientes bien con lo que te rodea, la vida te brindará nuevas y buenas oportunidades. Si por el contrario sientes que ya nada puede ir peor, que la vida es una mierda pues ahí es cuando te sorprendes y efectivamente aparece una desgracia detrás de otra. Es como si las personas fuéramos imanes capaces de atraer lo positivo o lo negativo de la vida según nuestra actitud ante ellas.

Cómo ha cambiado irremediablemente mi vida, sin esperar a que estuviera preparada, sin preguntar, me arrebata personas que jamás pensé que me abandonarían, me sitúa en medio de un montón de extraños, me revuelve las ideas y me venda los ojos dejándome en mitad de un mundo que no comprendo. Sólo espero que al final todo acabe en su sitio, que encuentre mi lugar, que esté con las personas a las que quiero, y que me quieren, porque en el fondo todo lo demás sobra. Espero que mi tren encuentre pronto la vía correcta, aunque sé que el camino no va a ser exactamente sencillo, todo se complica cada vez más y más… Sé que habrá baches, que no siempre la vida será dulce, pero al final todo esto merecerá la pena.
Mientras espero tirada en medio de la nada, esperando que alguien me rescate, que algo me saque de este lugar; aunque quizás ya va siendo hora de dejar de esperar a dios-sabe-qué y ser yo misma quien me saque de aquí.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Life looks better in spring.

Te llevaba esperando una hora, mil horas. El tiempo parecía hacerme caer, pasaba un minuto más, y otro, y otro… Cuántas promesas hechas, las mismas que rotas. Promesas de papel. Tenía un plan, el plan perfecto para nosotros, pero las ganas se van yendo, mi piel aún espera esas caricias, al menos unos brazos para no seguir cayendo, da igual quién sea, algo a lo que aferrarse. Empiezo a contar ovejas, después de llevar 719 ovejas contadas, después de ver como el teléfono permanece callado, como el silencio se agudiza y mi corazón se enfría me pregunto dónde está la pasión cuando es lo único que necesitas. Si te apetece, aún puedes venir, improvisemos algo que hacer las pocas horas que quedan hasta de que salga el sol; puede que me encuentres dormida, despiértame, no creo que me importe, pero si no te respondo a las llamadas, si ves que la puerta de casa ya no está abierta, si notas mi mirada algo distante… te avisé. Recuérdame, recuérdanos, todo lo que solíamos ser. Me llevabas a casa en tu coche en medio de la noche, me susurrabas palabras algo tiernas mientras esperabas a que me durmiera, me esperabas en la esquina de mi calle bajo la lluvia, solo para verme unos segundos. ¿Dónde está aquel momento que tanto soñamos?
El amor dura un instante, ama, nunca sabes cuándo, de repente, todo acabará.
A veces es necesario que todo se derrumbe para que luego las cosas vayan bien. Y entonces las cosas entre nosotros no desaparecerían, tan sólo cambiarían. Y no necesariamente tendría que ser un cambio a peor. Nuestra historia siempre ha ido al revés, empezando por el final, acabando por el principio, primero los besos y luego quizás un poco de cariño. Eso significaría que hemos pasado lo peor, que estamos en nuestro mejor momento, hasta que llegue el final del principio… y entonces ahí, quién sabe lo que pasará.

domingo, 3 de abril de 2011

Where is the passion when you need it the most?

Todo se vuelve un poco incómodo, un poco frío, helado. El silencio es el dueño de la sala esta mañana, quitándole el sitio a la pasión. Recoges tu ropa que habías ido dejando tirada anoche mientras arrancabas la mía. Una noche sin una sola nube en el cielo, manto de estrellas, tú como único abrigo. Ahora, sentada en el borde de la cama, recorro tu espalda con la mirada. Las palabras ya no importan, las miradas duelen. Fue la última noche, casi con rabia, con el dolor de saber que esos eran los últimos besos, las últimas caricias; sabiendo que te decepcioné, leyendo el dolor en tus ojos, y tú el temor en los míos, temor a echarte de menos a pesar de las palabras dichas. Tuve que decirte la verdad porque quemaba, el amor se apaga; y sé que esta será la última vez que tu olor quede impregnado en mis sábanas. Me llevas a casa. Parece que el problema es mi único amigo. Parece que tu mirada y la mía no se quieren volver a ver, parecen desconocidas en una noche que poco a poco va dejando paso al sol. Me dejas en la puerta de casa. Pasa por mi mente la primera vez que me tragiste. La lluvia nos empapaba, pero todo era cálido, tierno, muy tierno, mi sonrisa reflejada en tu mirada te pedía que por favor, te quedaras. Ahora la lluvia solo hiela el corazón. Cierro la puerta del coche y, caminando hacia la puerta de casa, veo tu reflejo a través del cristal. Tu mirada se cruza con la mía, vacías, llenas de rencor, de dolor, de aún un poco de amor, de recuerdos… y te vas, te has ido. No volverás.

Prohibido volver la vista atrás. Nuestro amor duró lo que dura el invierno. No pudimos acabar con la rutina antes de que ella acabara con nosotros. Cuando todo parecía haber encontrado su lugar, cuando tus miradas me empezaban a hacer temblar, un día, ya nada volvió a ser lo mismo. Pronuncio esas palabras con poco valor, te veo suspirar por última vez, te hago prometer que nos volveremos a ver. Mejor para ti, mejor para mí. Yo no era lo que esperabas, ni tú aquello que necesito, que tanto busqué.


No me preocupo, todo irá bien.

sábado, 5 de febrero de 2011

Another lie that I carry on.

Acabo de hacer una nube en el café, lo remuevo nerviosamente esperando, quizás, que sepa algo menos amargo que nuestro último beso. No hay nada que me llame la atención en esta fría tarde de invierno. Decido coger un libro que se había quedado olvidado en el fondo de un estante, con una fina capa de polvo recubriéndolo ya por el paso de los meses. Promete ser una historia de amor, de esas que siempre acaban bien, que no dejan nada que desear a partir de la tercera página; pero es o leer ese libro que no parece esconder ninguna lección moral o tener que intentar domar el desorden que predomina en la habitación, casi tan en desorden como mis propios pensamientos.
Y así pasan estas horas muertas. Que las horas muertas, muertas se quedan. Y mientras la vida no se para a esperar y las oportunidades ahí afuera vuelan.
Pero antes de lanzarme a la búsqueda de la última carta que me dedicó, esperando encontrar en esas palabras de cariño algo de consuelo, decido poner en orden todo lo que pasa por mi mente, apartando todo aquello que se quedó sin esperanza, las cosas que ya son demasiado tarde para decir, cerrando caminos que creo equivocados y oyendo resonar en mi cabeza las palabras que me dijiste antes de ayer, arrojando al camino algo de luz, algo nuevo, alguna verdad de esas que hielan y que sólo tú sabes hacerme ver.
Parece que miento y sigo hacia delante. Las palabras de mi boca se entrecortan, no coinciden y quiero decirte algo más de lo que aquí se escribe:
Consigues lo que necesitas, lo que buscabas, lo que te quitaba el sueño por las noches… Lo tienes al alcance de tu mano y, de repente, ya no quieres algo así. Juguemos a complicarnos un poco la vida. A buscar algo más de lo que tenemos. Saltémonos todas las reglas, cambiemos un poco nuestros principios y luego, déjame perderme un rato en tu mirada. Te miro, sonrío y te vuelvo a mirar. Respiro, y mis pulmones se llenan de ese aire que me quitas cuando caminas en otras direcciones. Aparquemos por un rato las dudas, olvidemos las decisiones que aún quedan por tomar, para todo este tren aunque solo sea por un rato, porque ya no entiendo nada, camino del revés haber si me encuentro contigo, que estoy un poco necesitada de tu piel. Qué miedo, miedo a perderte, miedo a que la rutina acabe con nosotros antes de que seamos nosotros los que acabemos con ella. Te quiero regalar un poco de mí, sabiendo que quizás al final te tengas que ir. Te quiero susurrar, por si te vas, por si me dejas aquí, que siempre hubo algo que me arrastraba junto a ti.
Te necesito de una manera un poco torpe: ahora me muero por ti, luego ya no recuerdo tu nombre. No sé que es lo que pasa por mi mente. Entendiendo que esto no es nada más que un juego, dejemos que decida el viento el final de todo esto, mientras improvisemos los minutos que me quedan de tu calor, antes de que te marches, de nuevo, en otra dirección.

sábado, 22 de enero de 2011

What don't kill a heart, only makes it strong.

Me gustaba lo que provocabas en mí; también hay veces ahora, cuando el dolor deja un respiro al corazón, que me gusta pensar que yo he podido provocar eso mismo en ti.
Pongo carteles de “Se busca”; mientras reviso en los cubos de basura; miro en el mercado, a ver si has subastado nuestros besos tan improvisados; en los labios de esas chicas; en el fondo de una mirada que me explique qué pasó, qué decidiste hacer con esos restos que aún quedaban de nuestro amor. Cualquiera que me escuche, atento: Lo ando buscando por la calle, me asomo a la puerta de todos los bares. Si lo encuentras, dile que lo ando buscando, lanza un destello allá donde esté si lo ves.
Ahora me doy cuenta tarde que mi esperanza se terminó.
Es increíble que entre todos los caminos que se abrían ante mí fuera a elegir justo el único camino equivocado, el único camino sin salida que me haría retroceder dos pasos.
En estos momentos parece que a uno le gusta lo imposible, que preferimos aquello que parece más difícil. Que nos atraen los retos.
Comienzan mis dudas, se esfuman los sentimientos, todo parece de un color algo más triste.
Para ti sólo fui un capricho insignificante. Mi corazón se funde, mis manos se hielan. Fue bonito mientras duró, pero la que sufre después soy yo.
Que sí, que la vida no se acaba por mucho que me duela esto; que aún respiro.
Que la vida me pega puñetazos; y yo me caeré, pero lograré levantarme.
Que me ha pasado esto incontables veces y que nada me impide intentarlo de nuevo.
Que no era la persona perfecta, ni el momento oportuno, que ni siquiera estaba buscando algo así de complicado; aunque estaba dispuesta a hacer lo que fuera para que todo fuera bien…

Pero cuando te pasas tanto tiempo buscando algo como esto, y poco después de que aparezca, se va… Parece casi hasta injusto, un insulto de la vida que te lo quita de las manos, tan cerca ya de saborearlo, de tenerlo. Como un caramelo que se le quita a un niño. Parece algo que roza lo inhumano. ¿Quién controla todo esto? Le recetaría revisarse el corazón, porque parece que se le haya vuelto de hielo.
Algo tan sencillo pero tan imposible. Algo que estaba al alcance, que se complicó, y que ahora está a tantos kilómetros de distancia que ya apenas distingo la silueta de lo que fue por mucho que fuerce la vista.
Me di cuenta tarde que te perdí por pensar que te tenía.
Eh tu, si, tú, ese que se hace llamar Destino. Si lees esto que sepas que no podrás conmigo, soportaré esto y mucho más. Seguiré buscando. Da igual todas las piedras que me pongas en el camino, me da igual lo grandes que sean, el color, la forma y el porqué estén ahí, a modo de obstáculo. Ninguna de ellas logrará que deje de intentar ser feliz, que deje de luchar por todo eso que vale la pena. Y mientras haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de alcanzar todo aquello que busco, no dudes que iré a por ello.
Considéralo un desafío.
"Just promise me you'll think of me everytime you look up in the sky and see a star".
"Sometimes we've no choice but to walk away".

jueves, 6 de enero de 2011

2011, allá vamos.

¿Año nuevo, vida nueva? Mentira.
Año nuevo, vida exactamente igual. Pero con una extraña esperanza que se te instala dentro, una sensación casi mágica que el 31 de diciembre a las 23:59 va en aumento. Sin embargo el 1 de enero a las 1:00 ya te has dado de que la vida no te va a cambiar en un minuto, que unas pocas uvas del Mercadona, unas ropas elegantes y unas campanadas no van a hacer que de repente todo aquello que deseas aparezca delante de ti, sin ir a por ello, sin luchar.

Es extraño, pero da igual todos los fines de año que pasemos. Cada año nos sentaremos delante del televisor, nos felicitaremos por el nuevo año, haremos un brindis e inmediatamente después todo nuestro cuerpo se llenará de esa sensación que a todo el mundo le invade por estas fechas: la sensación de que este año, será nuestro año. Que nada nos detendrá, que tendremos todas las oportunidades, que no perderemos a nadie, que seremos todo aquello que queramos llegar a ser.
Sin embargo, aunque no queramos creerlo, aunque nos aferremos a la idea de que este año nada saldrá mal, sabemos que esto no será así. Habrá momentos malos, habrá gente que saldrá de nuestra vida quizás para siempre, habrá estrés, discusiones, noches de no pegar ojo, lágrimas amargas, días grises sin motivo, envidia, celos, furia. Por otro lado sabemos que el 31 de diciembre del 2011 a las 23:59 todos estos malos momentos habrán sido borrados por completo, que nos quedaremos con lo mejor y con todas las lecciones aprendidas por el camino, con toda la fuerza y toda la ilusión para empezar de nuevo otro año.
Quién sabe la suerte que nos deparará esta vez la vida, las cartas que nos repartirá esta vez, la forma en la que las jugaremos. Algunas veces ganaremos, otras veces perderemos, pero siempre nos quedará la ilusión de que después de todo esto llegará algo grande, algo que mueva montañas, que se eleve más alto que las nubes, algo que nos haga ver que todo este tiempo de lucha ha valido la pena.

Que ridículo suena todo esto, pero es bonito. Y no hay nada mejor que sentirnos grandes, aunque sea sólo por unos instantes. Sentir que somos capaces de afrontar todo lo que pase por nuestra vida, sin dejar de ser quienes somos, sin dejar de creer que este año, será nuestro año, y que nadie nos impedirá lograrlo.